Selvamania Plástica, Edgardo Rodríguez parte de un desecho urbano e industrial concreto, las botellas descartables PET. Selvamania Plástica se centra en una fauna especial, la americana; la elección no es casual, pues la variedad casi infinita de especies que pueblan nuestro continente le dan a Rodríguez la posibilidad de recrear centenares de ejemplares. Peces veladores, serpientes emplumadas, sapos, ranas, cactus, llenan de colores el espacio aéreo y terrestre para así lograr un universo festivo y novedoso.

"Hoy mi obra se desarrolla entre la pintura, escultura, proyectos de obras públicas, relieves, objetos y diseños".

"Sus obras investigan la dimensión del color junto a la memoria y descubrimiento de trazo libre del negro".

Mercedes Schamber nació  en Posadas- Misiones  en  1972. Estudió  Bellas  Artes en  la  Universidad  Nacional de Misiones.

"Me interesa fotografiar personajes que se encuentren dentro de una narrativa o relato, un fotograma de una situación que de cuenta de un universo existente. Espacios claustrofóbicos y escenográficos. Personajes que deambulan ensimismados o asechados por una presencia invisible".

"Construcciones que plantean espacios que no
coinciden con ningún lugar.  Son utopía del tejido.
Formas que el tejido no logrará nunca por definición.
Se trata de suspender, de capturar el vacío.
Los intersticios entre los hilos toman volumen
para volverse parte fundamental de la obra."

La similitud en la diferencia como punto de partida, es en el intersticio entre una obra y otra, o una obra y el espectador donde se produce la justificación de su existencia, su valor. La naturaleza con arquitectura, en constante tensión, tracción y silencio.

Estudio en la Escuela Nacional de Bellas Artes “Rogelio Irurtia”, continua en la “Prilidiano Pueyrredón" donde se recibe de Profesora Nacional de Pintura.

Se inicia en las artes visuales a los 13 años a través de la fotografía, revelando sus fotos y realizando varios cursos. Participo del Salón nacional de fotografía de 1984.

“Me interesa la capacidad de introspección del arte. Es donde puedo imaginar y diseñar una arquitectura interior. Me gusta crear espacios vacíos que se interrelacionan dentro de geometrías rigurosas. Creo que la nada es un terreno impracticable y en mi obra estos huecos contienen y transportan el pensamiento. Cuando observo mis pinturas no veo sólo formas geométricas, también veo una construcción transitable que la mayoría de las veces me remonta a formas arcaicas”.

Las pinturas de Aurelio García se asientan dentro de una estética que combina el pop, las vanguardias del siglo XX, el arte religioso y el arte político de mediados del siglo pasado. Los resultados de esta particular manera de hacer pintura contemporánea pueden ser vistos desde la perspectiva del humor, de la amarga reflexión irónica o de un alucinado revisionismo histórico.

"Una casa no es un hogar es una reflexión sobre el sentido de la vida y el vacío existencial, gira en torno a la concepción del absurdo de la vida. Esta certeza del absurdo conlleva a la reflexión en términos de que cada uno de nosotros es responsable y él único capaz de dotarla de sentido".